viernes, 2 de octubre de 2015

Recuperando fotos...

     Estas las tenía perdidas en un pen drive y son otras de esas cosas que hice hace tiempo y por pereza se quedaron en la carpeta de "subir al blog"...
La verdad es que las hice hace ya un poco mas de dos años. Unas cosas iban a ser parte del regalo de cumpleaños de una amiga y el resto eran para mis sobrinas. 







     Las que tenéis bichos peludos ya sabréis lo que son cuando cogen fijación por alguna cosa... Uno de mis "niños" no podía resistirse a los cordones de ante... ¿Pensará que son spaghetti de colores? Lo que ocurrió fue un accidente, pero hizo que metiera todo en una caja y me olvidará de ello hasta el siguiente diciembre. Lo empaquete y lo regale casi todo.

 

    A mi Cougar le dio por comerse 60cm de ante y el colgante de estrellas ( 2,5cm mas de mineral y metal) que había en el extremo y que pertenece a este collar...



    El collar me salió por una operación de urgencias y casi una semana de hospitalización veterinaria, un sofocón y un disgusto del ocho. La cuestión es que lo tenia guardado en una caja, en teoría fuera de su alcance... Con el tiempo y otro susto de otro de mis gatos, Knight, este se comió un hilo con su correspondiente aguja (llevo mas de cuatro meses sin ganas de bordar...), he aprendido que las cajas no bastan cuando se trata de gatos. Ni siquiera si les pones gomas para sujetar la tapa... las muerden y las quitan.
   Me he vuelto paranoica, muy paranoica. Son casi peor que niños y con unas habilidades insospechadas para abrir cajas, cajones, armarios y hasta bolsos con cremallera...  Y como no se les quiere, cuando les pasa algo, tu lo pasas fatal.