Desde que Ikea aterrizó en Valencia no puedo resistirme a ir de vez en cuando a dar una vuelta y a comprar los "rulos" esos de quitar pelusas a la ropa. ¡Con cuatro peludos por casa los compro a toneladas!.
Otra cosa a la que no me puedo resistir es a las dichosas velas...¡que bien huelen!. Estas en concreto no son de las de olor pero como el verano pasado pinte y cambie el color de media casa no pude resistirme a cambiar algunos de talles de la decoración.
No es gran cosa, unas velas blancas, algo de cinta de rafia, cinta de gasa y alguna que otra flor de las que uso para el scrap...
No me gustan especialmente los muebles oscuros, de hecho prefiero el decape en blanco o crema y los tonos azules, verdes o malvas, así como empolvados y con un aire antiguo. Creo que ando entre un estilo rural francés y el "shabby". Pero como mi marido es mas de tomos fuertes y colores oscuros, cuando compramos los muebles me decanté por ese estilo y a la larga ha ido agobiándome. Como los muebles no se pueden cambiar así como si tal cosa voy cambiando lo fácil: detalles, pintura, telas... Es cuestión de encontrar un punto intermedio entre lo que nos gusta a ambos.