La tela es lugana blanca. El primer retal lo teñí con una infusión a la frambuesa, el segundo, al melocotón (le añadí un poco de colorante alimentario porque practicamente era del mismo color que la de frambuesa...), el tercero lo teñí con manzanilla y el último con menta. Intentar que se pusiera verdoso es de lo mas difícil: si hiervo la menta toma una coloración parda y si la pones en frío, que es cuando se ve verdoso, apenas deja color... La última es la lugana original.
Entre la luz de mi flexo y que han teñido bastante poco y mal parecen todas mas o menos iguales. No creo que repita la experiencia. De todos modos estoy abierta a alguna sugerencia.
1 comentario:
No se perciben bien los colores, pero algo sí que habrá cambiado la tela.
Intentaré teñir la Aida. A ver como queda.
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