Hace unos meses, buscando unas fotos que creía haber publicado, para enseñar a una amiga un trabajo que hice, me dí cuenta de que mi plantilla de blogger se había esfumado. Ni la puedo recuperar, ni he encontrado nada que me acople, ni mucho menos tengo tiempo para hacerme una. Como mucho, a ratos, he podido modificar una de las básicas que tiene por defecto blogger. ¿Me gusta? No, pero me aguanto.
Es curioso, pero eso es mi vida últimamente. Un largo rosario de cosas que no me gustan y no puedo cambiar. Un largo "no, pero me aguanto".
Esta entrada la empecé a principios de julio del año pasado. Estaba cansada y deprimida. No había conseguido sacar tiempo para mi, para mis cosas. Pese a que me decían que todo acaba "asentándose" y algún ratito se encuentra. Que en cuanto mi princesa empezase el "cole", tendría tiempo para mi y podría ir mas desahogada con el trabajo. Cachondos. No seré yo la que le diga a otra mujer agobiada semejantes cosas.
Lo que no me imaginaba, era que lo que se me venía encima iba a dejar en mantillas a lo que ya tenía. Si lo llego a saber, no me cogen viva. Pero bueno, como decía antes, me aguanto.
Es más, esta entrada lleva abierta en mi escritorio mas de un año. Si, quince meses para redactar una entrada. Todo un record. ¿Ha mejorado algo? No. Muy al contrario.
Antes entraba en el "cara-libro" a todas horas, ahora casi ni lo miro. Ni tiempo ni ganas. Como mucho un "faroleo" nocturno por Instagram.
Quizás es el momento de poner un hasta aquí y retomar aquello de mi vida que me hacían sentir bien, a gusto o simplemente, lo que le conviene a mi salud física y mental. Lo malo es que de una gran parte de esas cosas que me generan ansiedad y agobio no me puedo deshacer. Es lo que tiene la vida. Las cosas se retrasan por causas ajenas, nuestros seres queridos enferman, el trabajo se complica... Es más, hace cinco minutos me han llamado para darme una noticia preocupante.
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Lo último lo escribí en octubre de 2022. Hacía poco mas de un año que mi padre había sufrido un ictus y dos derrames cerebrales. Lo hace todo a lo grande. Pese a todo, con lo que supuso eso, tenía la "cabeza" bastante bien y teníamos esperanzas de una cierta mejoría. Pero como todo puede empeorar, al cabo de tres meses tuvo un episodio de convulsiones, y algo más, que no nos dijeron. Cualquiera que tenga a un familiar de edad avanzada y que haya sufrido algo similar se puede hacer a la idea de como es la vida de las personas que cuidan a ese enfermo.
Crees que vas a poder gestionar física y emocionalmente todo eso y ocuparte de una vida que ya te desbordaba antes. Pero no se puede y aún así pensaba que con todo lo anterior ya no podía ir a peor... Si, si puede. La vida nunca deja de sorprender, unas veces para bien y otras para que te acuerdes de la madre que parió al Universo o para que te plantees que en otra vida debiste de ser muy hp para que el Karma te la este devolviendo de esa manera. Todo es muy maravilloso (modo ironia on). Os lo contaría pero han sido una serie de acontecimientos duros a nivel personal. Muy muy duros y esto, aunque a veces no pueda evitar usar mi blog como una forma de desahogo, sobre todo las últimas entradas, no deja de ser un blog de manualidades. Siempre he pretendido que fuese algo amable y entretenido, no un paño de lagrimas.