Como tengo una cantidad indecente de cosas pendientes de publicar, me puedo adelantar a la fecha en la que normalmente publicaría las felicitaciones navideñas aunque aún no haya hecho nada de nada.
Los últimos años no he tenido tiempo casi ni de escribirlas, como para hacerlas personalmente. Me fastidia, pero al menos, no he perdido el gusto por ir a elegirlas personalmente una a una. Entiendo lo de las buenas causas y sus "packs", pero es que son muy feas, mucho mucho mucho. Prefiero hacerles una donación y comprar unas que me gusten y que piense que le pueden gustar a quienes las va a recibir. No soy de tirarla una vez pasa Navidad, al igual que todas las cartas personales o postales que he recibido a lo largo de mi vida, las guardo. Me parece una falta de respeto tirarlas.
Este año no se qué haré. Mi princesa, que ya tiene 6 años, quiere hacerlas ella. De hecho, quiere hacer todo lo que ve. Si esta con mi marido, quiere hacer maquetas, si esta conmigo, quiere bordar, pintar, hacer scrap, hacer galletas... Lo que sea que haga en ese momento. Es puro entusiasmo. Lo último es que se ha convertido en seguidora de Kristina Werner. Mea culpa. No es raro que este trabajando y tenga abierto youtube con alguno de sus videos. A fuerza de verme, se ha aficionado. Le da igual no entender lo que dice, los disfruta igual.
Estas fotos que os dejo hoy son de las tarjetas que hice en el 2017. Ese año correos se lució. Creo que las perdió casi todas, y las que llegaron, lo hicieron con mucho retraso. Un éxito total.
Estas primeras están hechas con la colección de papeles "St. Nicholas" de Kaisercraft en su formato de 6'x6'.
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